Con motivo de la Semana Mundial de la Inmunización, según la OMS del 24-30 abril, el Área de Investigación en Vacunas de la Fundación FISABIO lanzó a su seguidores en RRSS un reto. Este consistía en identificar bulos o noticias falsas sobre las vacunas y la vacunación y desmentirlos. Este artículo recoge las respuestas de la comunidad científica. ¡Gracias por participar!
1. Las vacunas no son seguras porque se han hecho muy rápido.


Se han invertido muchos recursos económicos, técnicos y humanos. Suelen tardar años por problemas de reclutamiento o financiación. El gran esfuerzo invertido a todos los niveles, el número de personas voluntarias que han participado en los ensayos clínicos de estas vacunas ha sido muy superior al habitual en el resto de ensayos clínicos.
Además, es cierto que se ha seguido un proceso acelerado pero no por ello los investigadores se han saltado alguna fases. ¿Cómo se ha conseguido? Con conocimientos previos (SARS y MERS), con fases en paralelo (I y II), con la fase III tras análisis intermedio de II, con una producción a gran escala y a riesgo, con una gran inversión económica, con una evaluación continua (en lugar de al final) de la Agencia Europea del Medicamento. Todo ello ha reducido también los tiempos.
2. Tengo alergias, no me puedo vacunar.
La vacunación únicamente está contraindicada en personas alérgicas a alguno de los componentes de la vacuna o en aquellos que hayan sufrido una reacción alérgica grave con la 1ª dosis. La vacunación no está contraindicada en personas con alergias alimentarias, a medicamentos, animales, insectos, alérgenos del ambiente o látex.
3. Vacunarnos puede provocar que nos infectemos de la enfermedad.
Ninguna de las cuatro vacunas aprobadas contiene el virus completo ni lo necesario para su multiplicación y transmisión. Una proteína aislada no puede causar COVID-19.
4. Ya no necesito utilizar la mascarilla si ya estoy vacunado/a.
Todavía no existe evidencia científica suficiente para conocer cómo afecta la vacuna a la transmisión del virus. Es importante seguir cumpliendo con las medidas sanitarias de seguridad: mascarilla, distancia social y lavado de manos.
5. Las vacunas no evitan enfermedades; éstas desaparecen con la higiene y calidad de vida.
Las vacunas han contribuido de forma decisiva a la casi desaparición de al menos 14 enfermedades.
6. Hay que tomar anticoagulantes o antiagregantes antes y después de vacunarse.
No está recomendado en absoluto su uso en personas que no los utilicen previamente. Como todos los medicamentos, también tienen riesgos.
7. Las vacunas de ARN modifican nuestro genoma.
La molécula de ARN es muy frágil, por eso las vacunas están a temperatures muy bajas, y está muy poco tiempo en nuestro organismo antes de degradarse.
8. ¿Por qué hay que vacunar a los niños?
Respuesta corta: Para protegerlos de enfermedades infecciosas graves. Respuesta larga: https://pediatragabiruiz.com/vacunas-ninos/